miércoles, 26 de agosto de 2020

PLAN DE MEJORAMIENTO ÉTICA SEXTO SEGUNDO PERÍODO

Estimadas y estimados estudiantes de grado sexto. 

A continuación encontrarán las actividades que deben desarrollar como PLAN DE MEJORAMIENTO DEL SEGUNDO PERÍODO.

Plazo máximo de entrega: 13 de septiembre.

Enviar planes de mejoramiento a los siguientes correos electrónicos: lmaragonsu@unal.edu.co

linad3s@gmail.com

ACTIVIDAD 1

1.   Para el desarrollo de la actividad debes ver la película Frozen. Si no puede ver la película, escoja su personaje favorito de televisión o de otra película, con el cual se identifica y describa sus características. (poner una imagen del personaje elegido, o elabore un dibujo) 

Sinopsis: Frozen es una película de Chris Buck y Jennifer Lee, esta última escribe el guión, que parece ser todo un acontecimiento en cuanto el llamado “empoderamiento de la mujer”. La película se desarrolla cuando una profecía condena a un reino a vivir un invierno eterno, la joven Anna, el temerario montañero Kristoff y el reno Sven emprenden un viaje épico en busca de Elsa, hermana de Anna y Reina de las Nieves, para poner fin al gélido hechizo.

Después de ver la película  dibuja  los siguientes personajes: ELSA, ANNA, KRISTOFF Y HANS, describe las características de cada uno de ellos.

Con ayuda de tu familia define a cual de esos personajes te pareces más, haz una reflexión sobre los estereotipos de género, sobre los ideales de cómo deben ser hombres y mujeres, la importancia de reconocerse y aceptarse desde la diferencia.

 ACTIVIDAD 2

A continuación encontrarás la historia de una princesa.  Lee con atención el cuento y luego responde las  siguientes preguntas

 

1.       ¿Cómo es la princesa que aparece en el cuento?

2.       ¿Creen que la princesa debió quedarse de color Rosa y los príncipes de color Azul?

3.       ¿Qué cosas nos han ensañado que hacen los niños y que las niñas no las pueden hacer? y,  ¿Qué cosas hacen las niñas que los niños no pueden hacer? ¿Por qué?

4.       ¿Qué cosas de las que nos han enseñado no podemos hacer por ser niño o niñas, querrías cambiar y también hacer? ¿Por qué?

5.       ¿Les gustó este cuento?, ¿Por qué?

¿HAY ALGO MÁS ABURRIDO QUE SER UNA PRINCESA ROSA? 

Las princesas son tan cursis que solo con un pequeño guisante escondido debajo de cien colchones pierden el sueño. Carlota, sin embargo, podía dormir como una marmota incluso sobre un elefante.

Una vez conoció a una princesa que se pasaba el día besando sapos del estanque para ver si alguno se convertía en el príncipe azul. Pero Carlota no quería un príncipe azul. 

¿Por qué no había princesas que surcaran los mares en busca de aventuras? ¿O princesas que rescatarán a los príncipes de las garras de un lobo feroz? 

¿O princesas astrónomas que pusieran nombres a todas las estrellas del universo? ¿O princesas cocineras que hicieran tartas de chocolate y galletas con mermelada?

Carlota era una niña que soñaba con cazar dragones, buscar tesoros, amaestrar mariposas, desenredar enredos, fabricar aviones de papel, nadar a lomos de un delfín, perseguir palomas mensajeras y conocer los confines de la Tierra viajando en un gigantesco globo volador.

Pero su madre era una reina rosa, con sus vestidos rosas, su armario lleno de ropa rosa y una habitación con cama, con sábanas y almohada rosas. Como tooooodas las reinas. 

Y su padre era un rey azul; con su traje azul, su trabajo azul y su vida azul. Como toooodos los reyes.

-¿Por qué estás tan seria Carlota?- Le preguntó su madre una mañana.

-Mamá, ya no quiero ser una princesa rosa. Yo quiero viajar, jugar, correr y brincar. Y quiero vestir de rojo, de verde o de violeta…

-Hija mía- le dijo la reina- , las princesas son muy delicadas y no pueden salir del palacio porque se pondrían enfermas, no pueden correr ni brincar porque se estropearían sus bonitos vestidos de seda. Y no pueden vestir de verde ni de azul porque esos colores no les sientan bien. “Las princesas son como rosas, flores frágiles cuyos pétalos no resistirían ni un soplo de viento”.

-Pero mamá, yo no soy una flor. Soy una niña.

La reina se quedó pensativa y luego respondió:

-Pues es verdad.

Entonces decidieron ir a hablar con el rey.

-Papá, dijo Carlota, yo no quiero ser una princesa rosa. Yo quiero viajar, jugar, correr y brincar, y quiero vestir de rojo, de verde o de violeta…

-Hija mía – le dijo el rey- . Las princesas son como las rosas, flores muy frágiles cuyos pétalos no resistirían ni un soplo de viento.

-Pero papá, yo no soy una flor. Soy una niña.

El rey quedó pensativo y luego le respondió:

-Pues es verdad.

Entonces decidieron ir a hablar con el hada madrina. 

-Hada- dijo Carlota-, yo no quiero ser una princesa rosa. Yo quiero viajar, jugar, correr y brincar y quiero vestir de rojo, de verde o de violeta…

-Carlota- le dijo el hada-, las princesas son como rosas, flores cuyos pétalos no resistirían ni un soplo de viento.

Pero Hada, yo no soy una flor. Soy una niña.

El Hada se quedó muy pensativa y luego respondió:

-Pues es verdad.

Así es que el rey llamó a todos sus consejeros y Carlota les habló.

-Consejeros reales, yo no quiero ser una princesa rosa. Yo quiero viajar, jugar, correr y brincar y quiero vestir de rojo, de verde o de violeta…

-Carlota- le dijeron los consejeros-, las princesas son como rosas, flores cuyos pétalos no resistirían ni un soplo de viento.

Pero, yo no soy una flor. Soy una niña.

-¡Ooooooh! – Dijeron los consejeros -, pues es verdad.

Entonces decidieron convocar en palacio a todos los reyes, reinas, príncipes azules, hadas madrinas y consejeros del mundo. Y todas las princesas unidas dijeron:

-Nosotras no queremos ser princesas. Queremos viajar, jugar, correr y brincar y vestir de rojo, de verde y de violeta. Y no somos flores ¡SOMOS NIÑAS!

Nadie supo qué responder, hasta que habló la más anciana y sabia de todas las hadas madrina allí reunida.

-Es verdad; las princesas no son flores y a partir de ahora mismo podrán ser lo que quieran ser.

Todos aplaudieron, excepto un príncipe azul, que con el gesto muy serio, preguntó:

-¿Y ahora qué hacemos los príncipes azules?

La anciana se quedó pensativa antes de responder:

-Vosotros podréis vestir de rosa. 

Así, una tras otra, las princesas dejaron de ser princesas y comenzaron a viajar, a jugar, a correr y a brincar y, por supuesto, olvidaron los vestidos rosas y se vistieron de rojo, de verde y de todos los colores del arco iris.

Y ahora, dime:

¿Por qué todas las niñas quieren ser princesas?

Cuento de Raquel Díaz R.

ACTIVIDAD 3

En esta oportunidad vamos a reflexionar sobre la vida de Arturo y Clementina, quienes son los protagonistas del  siguiente cuento.

 ARTURO Y CLEMENTINA

Cuando Arturo y Clementina se conocieron se enamoraron de inmediato y decidieron casarse. Clementina tenía muchos sueños y gran parte de estos quiso entonces realizarlos junto a Arturo, en especial viajar y conocer el mundo…. Ahhh, soñaba con Venecia. Pero Arturo, quien en un principio solo le entregaba un disimulado "sí" en una sonrisa, una vez casados decidió que no era necesario que Clementina viajara a ningún lado, que con que se quedara en casa bastaba, que él saldría y la abastecería de todo lo que necesitara.

Pero pasaron los días y algo no le cuadraba a Clementina en su nueva vida. Ella no quería quedarse en casa todo el día esperando a que llegara Arturo, ella quería estar con Arturo y compartir con él. Ahora, si eso no se podía, al menos pensaba en usar su día en algún pasatiempo que le enriqueciera la vida como pintar o tocar la flauta. Pero Arturo no creía que ella fuera capaz de esas cosas, la encontraba tonta, aburrida y muy despistada. Pero la quería, por eso le traía todos los días un regalo distinto: un gramófono para que oyera música, un cuadro para que viera una pintura, un jarrón de Murano para que imaginara que viajaba por Venecia y todo esto lo iba atando con mucho cuidado al caparazón de Clementina.

La pobre Clementina veía crecer una torre de los objetos más diversos y curiosos sobre su espalda, pero nada de esto la hacía feliz y el peso se le hacía cada día más insoportable. Hasta que llegó el día que decidió salirse del caparazón y caminar así, liviana y sin equipaje, recobrando de esta manera un poco de alegría y de su propia vida. Arturo no comprendía y miraba con sospecha el nuevo ánimo de su esposa. Muy pronto llegó el día en que Arturo volvió a su casa por la tarde y no encontró a Clementina por ningún lado. La tortuga se había ido… es probable que a viajar, tocar la flauta o pintar un cuadro. Hasta el día de hoy Arturo no comprende por qué su esposa se fue de su lado y ciertamente indignado comenta: "Era realmente ingrata, aquella Clementina; no le faltaba nada: veinticinco pisos tenía su casa, repleta de tesoros".

Autora: Adela Turín

 

1.       ¿En qué crees que se convirtió Clementina?

2.       ¿En dónde te imaginas que está Clementina? y ¿qué estará haciendo?

3.       ¿Cuál es tu opinión frente a lo que pasaba en el cuento?

4.       ¿Por qué Clementina se aburrió con  Arturo?

5.       ¿Alguna vez has tenido que hacer cosas solo que debes hacer por ser niña o niño?, ¿cómo te has sentido con esa situación?

Elabora un dibujo acerca de la historia de Arturo y Clementina.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario