martes, 26 de mayo de 2020

SOCIALES 7 GUÍA No.3 PERÍODO II


PERIODO 2
UNIDAD TEMÁTICA: EDAD MEDIA
SUBTEMA: ALTA EDAD MEDIA  (IMPERIOS DE LA EDAD MEDIA - EXPANSIÓN DEL ISLAM)
OBJETIVO
-          Analizar los aspectos económicos, políticos, sociales y culturales de los imperios de la edad media.
      Fecha de Entrega: 2 de junio

IMPERIOS DE LA EDAD MEDIA

Durante la Edad Media se desarrollaron tres grandes imperios, cuyo legado influenció la cultura de occidente. Estos fueron: Imperio Bizantino, Imperio Carolingio y  Sacro Imperio Romano Germánico.




Constantinopla, ciudad fundada en el 330, fue una de las capitales del Imperio Romano, gracias a su ubicación privilegiada en la península de los Balcanes, recibió influencias de oriente y occidente; además, adoptó una religión única, la cristiana, y un único idioma, el griego.

Evolución histórica. Al dividirse el Imperio Romano en Occidente y en Oriente, este último se convirtió en el Imperio Bizantino, que estaba conformado por los territorios de Grecia, Anatolia y Egipto, cuya capital fue Constantinopla, la cual volvió a tomar su antiguo nombre griego, Bizancio.

El imperio Bizantino se consolidó bajo el reinado de Justiniano. Este emperador se propuso la reconstrucción del antiguo Imperio Romano llevando a cabo campañas militares contra vándalos, ostrogodos y visigodos, extendiendo así el imperio por el norte de África, Italia y las costas suroccidentales de la península Ibérica, con lo que logó recuperar el mar Mediterráneo para el imperio.


Uno de los mayores aportes de Justiniano fue en la rama judicial, al recuperar en su obra “Código” todo el antiguo derecho romano.

Organización política. El poder del Estado se centraba en el emperador, quien lo ejercía sin límites constitucionales. El senado y el ejército eran los encargados de elegirlo.  En la cima del poder se encontraba el emperador. Bajo sus órdenes había cuatro prefecturas o áreas territoriales de las cuales dependían las diócesis.  Estas diócesis comprendían un conjunto de provincias que estaban a cargo de los gobernadores.

El servicio militar era obligatorio. El emperador era el encargado de administrar justicia. Existía una corte suprema compuesta por doce jueces, y unos tribunales que se ocupaban de los casos en las provincias.

Organización económica y social. Toda actividad económica era fiscalizada por el Estado, tanto en el campo como en la ciudad. Como los gastos del Estado eran altos, éste se veía en la necesidad de cobrar impuestos sobre la propiedad, la renta y las herencias. La base económica del Imperio era la producción agrícola.

En el Imperio Bizantino se formaron cuatro grupos sociales:
  •  Los nobles: encargados del gobierno, la administración de la justicia y el control del ejército.
  •  Los terratenientes y los comerciantes: dueños de las mejores tierras y grandes capitales.
  •  Campesinos – artesanos: eran personas de escasa cultura y pocos recursos.
  •  Siervos: dedicados todo el tiempo a la actividad agrícola, estaban sometidos a la autoridad de los terratenientes.

Religión. Fue muy importante en la vida del Imperio, se convirtió en elemento de unidad nacional. La Iglesia y el Estado formaron una unidad interdependiente: el emperador, por ser un elegido de Dios en la tierra, era la suprema autoridad religiosa.  El emperador requería de la Iglesia para justificar su poder ilimitado, y la Iglesia necesitaba al emperador para poder independizarse de Roma.

-Querella de las imágenes: en el año 726, el emperador León III prohibió el culto a las imágenes porque consideraba que desvirtuaba el ideal religioso. Esta prohibición tenía como propósito disminuir el poder de los monasterios y así controlar las tierras que no pagaban impuestos.

El cristianismo era diferente para cada una de las Iglesias. Mientras que en oriente el idioma de la misa era el griego, los sacerdotes podían casarse, en occidente el latín era el lenguaje de la misa, los sacerdotes se habían impuesto el celibato (no podían casarse).  Esta situación dividió hasta hoy a la cristiandad en una Iglesia Ortodoxa, cuyo dirigente es el patriarca de Constantinopla, y la Iglesia Católica, dirigida por el Papa desde Roma.

Cultura. La religiosidad impregnó todos los ámbitos del Imperio. En la literatura siguieron la herencia griega en cuanto a estilos y lenguajes. La arquitectura fue una de las máximas expresiones del arte bizantino. El gran ejemplo de este arte es la iglesia de Santa Sofía, construida en la época del emperador Justiniano.
Otra de las grandes expresiones del arte bizantino fue el mosaico, que consiste en ensamblar en los muros pequeños cubos coloreados y esmaltados.



















IMPERIO CAROLINGIO


El Imperio Carolingio abarcó lo que hoy corresponde a Francia, Alemania y el norte de Italia. La mayor parte de su actividad económica fue agraria.

Origen y evolución del Imperio Carolingio. La idea de fundar un imperio germánico en Occidente se inició desde el siglo V,  y perduró hasta el siglo VIII, cuando se empezó a materializar con el Reino de los francos.  El ideal de reconstrucción de un imperio se encontraba apoyado por el catolicismo, pues se creía que la unidad espiritual del mundo debería encontrarse en Occidente, ya que no existían sentimientos de identidad hacia el Imperio Bizantino.

En el año 751 Pipino el Breve, mayordomo de palacio, que para esa época era un cargo similar al de Ministro de Gobierno, derrocó al último rey de la dinastía y se nombró rey franco, con el apoyo del Papa.
Así logró establecer una alianza entre los francos y la Iglesia.

La Iglesia era continuamente amenazada por el pueblo bárbaro de los lombardos quienes habitaban Italia.  En su defensa, los francos atacaron a los lombardos, lograron la victoria y sus territorios fueron cedidos a la Iglesia, dando origen a los Estados Pontificios.

Cuando los lombardos amenazaron nuevamente a Roma, el Papa Adriano I recurrió a  Carlomagno, hijo de Pipino el Breve y heredero del trono franco.  Los territorios que éste conquistó, que abarcaban la mitad de la península Itálica, también fueron donados a los Estados Pontificios.  Carlomagno se encargó de convertir al Papa en su protegido: así el Papa era rey pero Carlomagno era emperador.


Emperador Carlomagno.  Gracias al afianzamiento de las relaciones papales, la política expansionista de Carlomagno logró anexar a sus territorios el reino de los lombardos, expulsó a los musulmanes y logró detener la segunda oleada de los pueblos bárbaros.  Su mayor logro fue político, al ser coronado emperador por el Papa en la navidad del año 800, lo que significaba ser un rey de mayor poder y prestigio: rey de reyes.

Cuando falleció Carlomagno, sus nietos dividieron los territorios del Imperio en tres partes: Lotario obtuvo, Frisia, Los Países Bajos, Alsacia y Lorena, Borgoña e Italia.  Carlos el Calvo, recibió las tierras que actualmente son Francia, y Luis el Germánico las regiones que luego formarían Alemania.



Organización Política.  La capital del Imperio era la ciudad de Aquisgrán. Los funcionarios principales eran: el senescal, quien manejaba el aprovisionamiento del Imperio, el copero y el caballerizo, que eran los consejeros del emperador; y los condes del palacio cuya función era manejar el tesoro y presidir la corte judicial.

Organización económica. La economía se basaba en la producción agrícola y ganadera.  Por tal razón la propiedad de la tierra fue la fuente de poder y de riqueza entre la nobleza. Existían impuestos a las mercancías y a las transacciones comerciales; impuestos a las minas, botines de guerra y donaciones.

Organización Social. En la cima de la pirámide social se encontraban: El emperador,  los nobles clérigos y militares. Les seguían los ricos terratenientes. En la base social estaban los campesinos, que sobrevivían gracias a sus pequeñas propiedades. Finamente se encontraban los esclavos.

La unidad social y fuerza del Imperio se encontraba en el juramento de fidelidad que todos los varones mayores de doce años daban al emperador.

Cultura. Creación de escuelas para la educación de funcionarios públicos y religiosos como la escuela Palatina en Aquisgrán. También se crearon escuelas en los lugares de culto como iglesias y monasterios, así como bibliotecas.



EL SACRO IMPERIO ROMANO GERMÁNICO

En el año 962, Otón I fue coronado “Emperador y Augusto” por el Papa Juan XII. Su coronación inició un período en el que nuevamente se intentó reunir a Europa bajo un imperio: El Sacro Imperio Romano Germánico. Se le llamó así porque se quería conservar el estilo de gobierno romano.



Organización y territorios. Otón I restableció el imperio pasándolo de los francos a los alamanes y le dio una orientación de acuerdo con los ideales de la Iglesia: expansión y defensa de la cristiandad.
Aunque la corona era hereditaria, el ascenso al poder dependía de la aprobación de nobles y obispos.

La Iglesia en el Sacro Imperio. La Iglesia fue un soporte muy importante para el emperador. Este nombraba obispos, les daba tierras y les otorgaba poder político. Esto hizo que la Iglesia perdiera libertad y por tal motivo eran elegidos, para el cargo de Papa, personas que no reunían las condiciones para ejercer este cargo.

En el año 1122 se firmó el Concordato de Worms, en este se reconoció a la Iglesia la facultad de nombrar sus propias autoridades sin la intervención del emperador.

A pesar de este acuerdo, Alemania quedó dividida en dos bandos: los güelfos, partidarios del poder papal, y los gibelinos, partidarios del emperador. A partir del siglo XIII, el poder y las grandes tierras quedaron en manos de los señores feudales y de la Iglesia.


ACTIVIDAD
  1.  Elaborar un cuadro comparativo entre los tres imperios de la Edad Media: Bizantino, Carolingio, Sacro Imperio Romano Germánico.
  2.  Con base en la lectura responda las siguientes preguntas:

·    ¿Cuáles fueron los aportes del emperador Justiniano?

·         ¿A qué se le denominó Querella de las imágenes?

·         Después del fallecimiento de Carlomagno, ¿Qué sucedió con el Imperio Carolingio

BIBLIOGRAFÍA

Espinosa, G. Historia y Geografía Milenio 7. (1997). Bogotá: Norma S.A

Amórtegui, B.Y. Los caminos del saber sociales 7. (2013). Bogotá: Santillana

Montenegro, A. Historia y geografía del mundo del renacimiento al siglo XX. (1992). Bogotá: Norma





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