lunes, 4 de mayo de 2020

ÉTICA GRADO SEXTO JT GUÍA 2 PERIODO II



PERIODO 2
UNIDAD TEMÁTICA: Identidad sexual y mi Yo interior
SUBTEMA: Me identifico sexualmente
OBJETIVO: Comprender algunos aspectos relacionados con la sexualidad
Fecha de entrega: 11 de mayo
Correos electrónicos: lmaragonsu@unal.edu.co    
                                     linad3s@gmail.com

LA IDENTIDAD
  
La identidad es lo que define quiénes somos y comienza antes de nacer, desde el instante en que nuestra familia piensa sobre lo que seremos; se nos define desde el sexo, es decir, si somos hombres o mujeres.
Lo primero que hicieron nuestros padres fue ver nuestros genitales; desde ese momento nuestra forma de vida quedo establecida en roles, expectativas y estereotipos.

Si nace una niña, la familia comienza a obsequiarle muñecas, bebés, vajillitas, etc; poco a poco empieza a ser labores domésticas como barrer o cocinar; con esto se inicia la transición de niñas a esposas y madres con responsabilidades.  Si nace un niño le regalan carros, balones, figuras de acción, etc. Poco a poco acompañan al padre en las actividades que él realiza. Se inicia el paso de niños a esposos y padres, adultos con responsabilidades.

Todo lo que viven las personas después de que los identifica su sexo (masculino, femenino) es género, es la construcción de la identidad, la cual es formada por la cultura y la sociedad.

Otras características que forman parte de nuestra identidad son la etnia, el color de la piel, el estado civil, la edad, la religión, ser o no madres o padres, la nacionalidad. La identidad es determinante del rol de género, porque le da a la persona una concepción particular de sí mismo y con base a ésta le dará forma a la manera como se conducirá ante los demás.

Considerando que la identidad es la forma como la persona se representa ante sí misma y ante los demás y si la identidad de género está compuesta fundamentalmente por conceptos culturales, políticos, sociales y psicológicos; la identidad, es entonces la construcción de su entorno. La representación que las otras personas tengan del género, es lo que construye la identidad social, ya sea en la aprobación de la persona o en su rechazo.

A continuación encontrarás la historia de una princesa.  Lee con atención el cuento y luego responde las  siguientes preguntas
  1.    ¿Cómo es la princesa que aparece en el cuento?
  2. ¿Creen que la princesa debió quedarse de color Rosa y los príncipes de color Azul?
  3. ¿Qué cosas nos han ensañado que hacen los niños y que las niñas no las pueden hacer? y,  ¿Qué cosas hacen las niñas que los niños no pueden hacer? ¿Por qué?
  4. ¿Qué cosas de las que nos han enseñado no podemos hacer por ser niño o niñas, querrías cambiar y también hacer? ¿Por qué?
  5.  ¿Les gustó este cuento?, ¿Por qué?



Las princesas son tan cursis que solo con un pequeño guisante escondido debajo de cien colchones pierden el sueño. Carlota, sin embargo, podía dormir como una marmota incluso sobre un elefante. Una vez conoció a una princesa que se pasaba el día besando sapos del estanque para ver si alguno se convertía en el príncipe azul. Pero Carlota no quería un príncipe azul.

¿Por qué no había princesas que surcaran los mares en busca de aventuras? ¿O princesas que rescatarán a los príncipes de las garras de un lobo feroz?

¿O princesas astrónomas que pusieran nombres a todas las estrellas del universo? ¿O princesas cocineras que hicieran tartas de chocolate y galletas con mermelada?

Carlota era una niña que soñaba con cazar dragones, buscar tesoros, amaestrar mariposas, desenredar enredos, fabricar aviones de papel, nadar a lomos de un delfín, perseguir palomas mensajeras y conocer los confines de la Tierra viajando en un gigantesco globo volador.  Pero su madre era una reina rosa, con sus vestidos rosas, su armario lleno de ropa rosa y una habitación con cama, con sábanas y almohada rosas. Como tooooodas las reinas.

Y su padre era un rey azul; con su traje azul, su trabajo azul y su vida azul. Como toooodos los reyes.

-¿Por qué estás tan seria Carlota?- Le preguntó su madre una mañana.

-Mamá, ya no quiero ser una princesa rosa. Yo quiero viajar, jugar, correr y brincar. Y quiero vestir de rojo, de verde o de violeta…

-Hija mía- le dijo la reina- , las princesas son muy delicadas y no pueden salir del palacio porque se pondrían enfermas, no pueden correr ni brincar porque se estropearían sus bonitos vestidos de seda. Y no pueden vestir de verde ni de azul porque esos colores no les sientan bien. “Las princesas son como rosas, flores frágiles cuyos pétalos no resistirían ni un soplo de viento”.

-Pero mamá, yo no soy una flor. Soy una niña.

La reina se quedó pensativa y luego respondió:

-Pues es verdad.

Entonces decidieron ir a hablar con el rey.
-Papá, dijo Carlota, yo no quiero ser una princesa rosa. Yo quiero viajar, jugar, correr y brincar, y quiero vestir de rojo, de verde o de violeta…

-Hija mía – le dijo el rey- . Las princesas son como las rosas, flores muy frágiles cuyos pétalos no resistirían ni un soplo de viento.

-Pero papá, yo no soy una flor. Soy una niña.

El rey quedó pensativo y luego le respondió:

-Pues es verdad.

Entonces decidieron ir a hablar con el hada madrina.

-Hada- dijo Carlota-, yo no quiero ser una princesa rosa. Yo quiero viajar, jugar, correr y brincar y quiero vestir de rojo, de verde o de violeta…

-Carlota- le dijo el hada-, las princesas son como rosas, flores cuyos pétalos no resistirían ni un soplo de viento.

Pero Hada, yo no soy una flor. Soy una niña.

El Hada se quedó muy pensativa y luego respondió:

-Pues es verdad.

Así es que el rey llamó a todos sus consejeros y Carlota les habló.

-Consejeros reales, yo no quiero ser una princesa rosa. Yo quiero viajar, jugar, correr y brincar y quiero vestir de rojo, de verde o de violeta…

-Carlota- le dijeron los consejeros-, las princesas son como rosas, flores cuyos pétalos no resistirían ni un soplo de viento.

Pero, yo no soy una flor. Soy una niña.

-¡Ooooooh! – Dijeron los consejeros -, pues es verdad.

Entonces decidieron convocar en palacio a todos los reyes, reinas, príncipes azules, hadas madrinas y consejeros del mundo. Y todas las princesas unidas dijeron:

-Nosotras no queremos ser princesas. Queremos viajar, jugar, correr y brincar y vestir de rojo, de verde y de violeta. Y no somos flores ¡SOMOS NIÑAS!

Nadie supo qué responder, hasta que habló la más anciana y sabia de todas las hadas madrina allí reunida.

-Es verdad; las princesas no son flores y a partir de ahora mismo podrán ser lo que quieran ser.

Todos aplaudieron, excepto un príncipe azul, que con el gesto muy serio, preguntó:
-¿Y ahora qué hacemos los príncipes azules?

La anciana se quedó pensativa antes de responder:
-Vosotros podréis vestir de rosa.

Así, una tras otra, las princesas dejaron de ser princesas y comenzaron a viajar, a jugar, a correr y a brincar y, por supuesto, olvidaron los vestidos rosas y se vistieron de rojo, de verde y de todos los colores del arco iris.






Y ahora, dime:
¿Por qué todas las niñas quieren ser princesas?

                                                                                   Cuento e ilustraciones de Raquel Díaz R.

BIBLIOGRAFÍA

Secretaría de Educación del Distrito.  Transformemos los roles y estereotipos de género en el colegio. (2015). Bogotá

Instituto Jalisciense de las mujeres. Manual de sensibilización en perspectiva de género, mujeres y hombres ¿Qué tan diferentes somos? (2008). Jalisco México:


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