UNIDAD TEMÁTICA: IDENTIDAD
SEXUAL Y MI YO INTERIOR
SUBTEMA: MI YO INTERIOR
OBJETIVO: Fortalecer
el reconocimiento propio como base para relacionarse con otros y otras.
Fecha de entrega: 9 de junio
LA AUTOESTIMA
La autoestima es el amor que
siento por mí, por mi cuerpo, por mis cualidades y por todas las cosas que
hago. Este amor me lleva a cuidarme,
proteger mi cuerpo, a escoger bien a mis amistades, a estudiar bastante para
aprender muchas cosas, a alimentarme bien para estar fuerte y saludable, a
tomarme todos los medicamentos cuando me enfermo para poderme aliviar, a no
jugar brusco ni con personas, ni con cosas que me pueden hacer daño, a no ver
programas de televisión que me pueden perjudicar porque no me enseñan cosas
buenas, a saber decir NO cuando una
persona me invita a hacer algo que no está bien; a cuidarme en todos los
aspectos, porque SI ME QUIERO MUCHO, ME
CUIDO MUCHO.
La cantidad de amor que me tengo
puede ser mucha o poca: cuando es mucha (autoestima
alta) me valoro, me siento feliz con mis habilidades y comportamientos,
tengo confianza en mí, conozco cuáles son mis mayores cualidades y me alegro
mucho por ser como soy, pues también me acepto con mis defectos y procuro
corregirlos. Cuando es poca (autoestima
baja) me siento triste, pienso que no sirvo para nada y que todo lo hago
mal; siento pena y culpa por mis defectos y generalmente no me esfuerzo lo
suficiente por mejorar, no tengo confianza en mí, no conozco mis cualidades, no
las tengo en cuenta o no son importantes para mí, tengo pocas amistades, me
dejo arrastrar por las malas compañías y me cuido poco.
Tener mucho amor por mí, es muy
importante porque gracias a este deseo lo mejor para mí y puedo tomar las
mejores decisiones que traigan cosas muy buenas para mi vida, por ejemplo: si
un compañero me dice siempre que soy “lento” y “burro”, en vez de creérmelo y
sentirme mal, me evalúo, mejoro en lo que esté regular y tomo la decisión de
alejarme de ese compañero porque no es un verdadero amigo, no me respeta, no me
da consejos con amor, no tiene en cuenta mis cualidades y me hace sentir
triste.
Además, ten siempre presente que
si te quieres mucho, los demás también te aceptarán y querrán de la misma
manera; si te respetas, también te respetarán; si te cuidas, también te
cuidarán; así lograrás ser muy feliz y ser una mejor persona, a quien todos
admirarán y querrán ser tus amigos.
En un jardín de matorrales, entre
hierbas y maleza, apareció como salida de la nada una rosa blanca. Era blanca
como la nieve, sus pétalos parecían de terciopelo y el rocío de la mañana
brillaba sobre sus hojas como cristales resplandecientes. Ella no podía verse,
por eso no sabía lo bonita que era.
Por ello pasó los pocos días que
fue flor hasta que empezó a marchitarse sin saber que a su alrededor todos estaban pendientes de ella y
de su perfección: su perfume, la suavidad de sus pétalos, su armonía. No se
daba cuenta de que todo el que la veía tenia elogios hacia ella.
Las malas hierbas que la
envolvían estaban fascinadas con su belleza y vivían hechizadas por su aroma y
elegancia.
Un día de mucho sol y calor, una
muchacha paseaba por el jardín pensando cuántas cosas bonitas nos regala la
madre tierra, cuando de pronto vio una rosa blanca en una parte olvidada del
jardín, que empezaba a marchitarse.
–Hace días que no llueve, pensó –
si se queda aquí mañana ya estará marchita. La llevaré a casa y la pondré en
aquel jarrón tan bonito que me regalaron.
Y así lo hizo. Con todo su amor
puso la rosa marchita en agua, en un lindo jarrón de cristal de colores, y lo
acercó a la ventana.
- La dejaré aquí, pensó –porque
así le llegará la luz del sol.
Lo que la joven no sabía es que
su reflejo en la ventana mostraba a la rosa un retrato de ella misma que jamás
había llegado a conocer.
-¿Esta soy yo? Pensó. Poco a poco
sus hojas inclinadas hacia el suelo se fueron enderezando y miraban de nuevo
hacia el sol y así, lentamente, fue recuperando su estilizada silueta. Cuando
ya estuvo totalmente restablecida vio, mirándose al cristal, que era una
hermosa flor, y pensó:
-¡Vaya! Hasta ahora no me he dado
cuenta de quién era, ¿cómo he podido estar tan ciega?
La rosa descubrió que había
pasado sus días sin apreciar su belleza. Sin mirarse bien a sí misma para saber
quién era en realidad.
Si quieres saber quién eres de
verdad, olvida lo que ves a tú alrededor y mira siempre en tu corazón.
(Este cuento es una colaboración de Rosa María Roé)
ACTIVIDAD
Con base en el cuento titulado La
Rosa Blanca, responde las siguientes preguntas
- Explica con tus propias palabras qué es la autoestima
- ¿En qué momento la Rosa Blanca tuvo una autoestima alta?
- ¿Por qué la rosa blanca no se valoraba cuando vivía en el jardín de matorrales?
- ¿En alguna ocasión tus amigos o compañeros del colegio te han dicho cosas que han bajado tu autoestima? ¿qué has hecho al respecto?
BIBLIOGRAFÍA
Secretaría de Educación del Distrito. Transformemos
los roles y estereotipos de género en el colegio. Cartilla #7. (2015).
Bogotá
cual es el correo profe al que debemos enviar los trabajos
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